¿POR Y PARA QUÉ EVA CONSCIENTE? + RECETA
Si conocéis mi etapa de bloggera cocinera de BioCocina con PituFina, sabréis que me encanta hablar, enrollarme como una persiana, y que todo lo que os cuento siempre me parece poco 😬
Así que aquí me tenéis de nuevo. Me dedique a lo que me dedique es algo que va conmigo. Aunque he de reconocer que cuando escribía en el blog de cocina sabía que si te aburrías con mis retahílas podrías irte al final de mi post y ver la receta, por lo que me aseguraba que pasaras por mi blog sí o sí.
Y es por eso que aquí he decidido aprovechar mi contenido de la Pitu (que seguiré ampliando a mi ritmo, muy slow) e incluir una recetilla rica en cada uno de mis posts profundos y monologueros. Porque otra cosa no sé, pero reírme es para mí un ‘must’ en mi vida. (Otra cosa es que te haga gracia a ti lo que te cuente🤣). Así que espero que te gusten mis contenidos, y si no, pues pasa directamente a la receta, y todos contentos😄
¿Qué pinto yo aquí?
Ya os cuento bastante en sobre mí, así que no me voy a enrollar mucho con lo mismo. Pero sí me gustaría compartir cómo surge Eva Consciente.
Lo que he tenido siempre claro es que lo que quiero y deseo y me sale del cuore ofrecer es acompañar a las personas (y a grupos) a vivir de manera consciente… ¿Y qué significa eso? Pues bien, ya casi todos conocemos el tema del consciente y el subconsciente. Que nuestra vida, en un 90 y tantos % está regida por nuestra parte inconsciente (programas, creencias, bloqueos…), y mi función, llena de ilusión, es mostrarte cómo tomar conciencia de la inconsciecia, para tomar las riendas, y elegir otro tipo de vida desde nuestro libre albedrío con la nueva información que se genera a través de este proceso.
El tema es que lo que no queremos es cambiar nuestra vida desde la mente, desde el esfuerzo y el sufrimiento inútil de darle mil vueltas a ver los pros y los contras de todo… ¿te suena de algo? En mi caso, con lo mentalita que soy, casi muero en el intento😓
Ya he comprobado en mis carnes, que “darle perico al torno” (darles vueltas y vueltas a lo mismo) no es la solución, al menos para mí y para los que de una manera u otra he acompañado. Si todo es energía (y aquí viene el tema que no todo el mundo “comprende a nivel mental”, y me incluyo a mí en mis inicios), todo es vibración, y si todo es vibración, todo es un número (de frecuencia, como las emisoras de radio). Y si todo es un número, podemos jugar con los números, en lugar de con la mente, que nos da muchos quebraderos de cabeza. Y la pregunta estrella es… ¿cómo? Pues aquí es donde entra mi acompañamiento.
Hago un alto en el camino para mencionarte a dos de los autores que te muestran esto de las frecuencias a nivel científico (ya os dije que soy muy mental y necesito contrastar, jaja). ¿Conoces a Bruce Lipton? Biólogo celular estadounidense, autor del libro “La Biología de la Creencia”. Y a otro de mis favoritos, Joe Dispenza, doctor en Quiropráctica, bioquímico y neurocientífico , autor de varios libros, como “El placebo eres tú”, o el que más me gustó de todos “Sobrenatural”, del cual te dejo un pequeño fragmento para que veas de qué te hablo:
“Los seres humanos somos seres electromagnéticos (entidades que envían y reciben mensajes constantemente mediante vibración de energías). Nuestros cuerpos están compuestos de luz e información gravitacionalmente organizadas”.
“El campo electromagnético de la Tierra, vibra de forma natural a una frecuencia de 7’83 hercios, que protege y alienta todas las formas de vida… coincidencia o no es la misma frecuencia que se utiliza para sincronizar las ondas cerebrales”.
“Las personas interactúan con el campo magnético terrestre y dejan su impronta en él, información que a su vez será distribuida en ondas portadoras por todo el planeta”.
Libro Sobrenatural, Joe Dispenza – Doctor en Quiropráctica, bioquímico y neurocientífico
Las emociones tachadas de negativas (miedo, rabia, tristeza…) son precisamente frecuencias a las que vibra nuestro cuerpo, nuestras células. Los pensamientos, las acciones, todo… absolutamente todo. Existen muchas terapias y técnicas para encontrar el bienestar, la paz interior (también es mi objetivo)… El tema es que después de probar mil y una, llegué hasta lo que ahora te ofrezco, y comprendí que no tenía que intentar entender todo lo que me ocurría, que a veces lo necesito (para calmar temporalmente a mi mente). Sino que cambiando mi frecuencia, cambiaba todo lo demás que aquí arriba te he contado, encontrando el bienestar, sin casi darle vueltas ni analizar las infinitas teorías que asocian síntomas con pensamientos, o emociones… y que a mí personalmente me frustran aún más porque me hacen entrar de nuevo en la mente y ‘dale perico al torno’.
Las emociones tienen su función biológica, y de manera pura son muy útiles y transformadoras, el problema es cuando nos enganchamos a ellas y vivimos desde la carga emocional (miedo -> pánico). Es decir, que aunque cambiemos nuestra frecuencia seguiremos experimentando emociones, pero de una manera saludable y beneficiosa para nuestro desarrollo personal (por ejemplo cuando el miedo nos avisa de que salgamos de una situación que nos hace daño), y sabremos cómo gestionarlas para sacar el máximo partido de ellas.
Y es que vivimos bajo “una sopa” de ondas y frecuencias que es la vida, el mundo que nos rodea (noticias, dramas, tragedias, experiencias, creencias, condicionamientos sociales…). Y una manera de salir del sufrimiento y el malestar continuo, y vivir desde la coherencia, la paz y sintiendo que la vida nos acompaña, es subiendo nuestra propia frecuencia, la de nuestro cuerpo material. Y ¡¡os aseguro que funciona!! Si no, ¡¡qué pintaría yo aquí!! Si no lo hubiera comprobado en mis propias carnes, no me meto de lleno en esta locura llamada amooooor -> La frecuencia por excelencia.
¿Te animas a subir tu energy? Te seguiré contando más cositas… Pero mientras tanto, respira en tu pechote💛 y empieza por ti, ¡ya de ya!
Y como te había prometido, y teniendo en cuenta que la alimentación es una de las herramientas que utilizo para elevar frecuencias (porque también una alimentación no adecuada la puede bajar), os dejo una recetuqui rica que te endulza la vida, te sube la vibración, y encima está to’ güena:
Tarta raw de zanahoria y chocolate de naranja
Ingredientes para la base de la tarta:
- 1 taza de pulpa de zumo de zanahoria. Si no sabéis cómo, podéis leer la receta de Zumo verde de hinojo, y se haría exactamente igual, pero con unas 4 zanahorias y 1 manzana, y unos 350 ml de agua. Extraeríamos el jugo, y nos quedaríamos con la pulpa, para esta rica tarta! Y si no podéis, o no tenéis tiempo, trituráis las zanahorias con la manzana. Si veis que queda demasiado seco, le añadís el zumo de media o una naranja, hasta que quede la textura de pulpa, es decir, húmeda, pero que no chorree 😉
- 10 dátiles remojados durante, al menos, una hora.
- 1 taza y media de nueces sin remojar (podéis sustituir por otro fruto seco).
- 1 cdta. canela
- 1/4 cdta. nuez moscada
Ingredientes para la cobertura de la tarta:
- 1 taza de nueces de macadamia remojadas un par de horas (podéis sustituir por otro fruto seco)
- 1/4 de taza de sirope de ágave (podéis echarle otro endulzante, como melaza de cebada, o miel).
- Ralladura de 1 naranja
- Zumo de media naranja
- 20 g de manteca de cacao
- 20 g de cacao puro
- Coco rallado para decorar
Preparación de la base de la tarta:
- Mirad qué difícil 🙄 … Echamos todos los ingredientes de la base de la tarta en nuestra batidora, excepto los dátiles que iremos introduciendo poco a poco para que no se atore la mezcla, y vamos batiendo hasta que quede una consistencia cremosa. En caso de que quede muy húmeda, y no la podáis manejar (ya que debe quedar jugosa, pero no que se nos desmorone con solo mirarla), le añadís más nueces sin problema. Y probáis, para ver si está el dulce a vuestro gusto…
- Una vez tenéis la mezcla hecha, cogéis el molde donde vayáis a presentar vuestra tarta. Lo importante es que tengo algo de profundidad, para poder extender nuestra base sin problema. Vamos extendiendo, con la ayuda de una lengua de silicona, hasta que quede más o menos uniforme… ya veis que mi tarta no ha quedado impecable, pero mola que quede así, caserilla! 😉
- Reservamos la base en el frigorífico, mientras hacemos la cobertura.
Preparación de la cobertura de chocolate de naranja:
- En el vaso de nuestra batidora, echamos todos los ingredientes, excepto la manteca de cacao, y el cacao. Trituramos hasta que quede una masa con trozos muy, muy pequeños (tipo grano de pimienta). Reservamos esta mezcla.
- A continuación, ponemos una olla con un par de dedos de agua a calentar, pero no dejamos que hierva.
- Ponemos el utensilio para el baño maría en la olla. Y, en este momento echamos la manteca de cacao en el recipiente, y con una lengua de silicona vamos removiendo suavemente (tarda un ratito) hasta que se funda del todo. La manteca de cacao tiene el color del chocolate blanco, y cuando funde, se queda como si fuera aceite vegetal, transparente y amarillento.
- Ahora, echaríamos el cacao en polvo, y seguimos removiendo con la lengua de silicona suavemente, hasta que no quedan grumos. En este paso, iréis observando, como se va quedando con una textura de chocolate fundido caliente, que… ufff, uhmmm… pintón!
- Una vez tenemos todo fundido y sin grumos, echamos sobre el chocolate caliente, la mezcla reservada anterior y mezclamos, hasta que se haga una masa pegajosa, pero compacta.
- A continuación, sacamos nuestra base de zanahoria del frigorífico, y, con mucho cuidado, vamos extendiendo la mezcla de chocolate. Y digo con cuidado, porque como la base es blanda, aunque compacta, si apretamos mucho, estropearemos el aspecto de la tarta. Y una vez terminada esta parte, echamos el coco rallado por encima, para decorar y volvemos a introducir la tarta en la nevera, durante un rato.
Cuanto más tiempo mejor, porque se integran más los sabores, pero vamos, recién hecha está INCREÍBLE!! No podréis parar!!!! Ñammmm ñammmmAdemás, dura varios días en la nevera! Si es que sois capaces de mantenerla claro! XD Disfrutadla, y porfa, si os atrevéis a hacerla, que os animo desde aquí (os estoy haciendo la ola, pero no me véis), contadme qué os parece. Pero ya os garantizo, que está IM PRE SIO NAN TE. Y resaltar el toque de naranja en el chocolate negro… ufff, SIN PALABRAS!